Odio esto

 "Odio esto". Joey se miró al espejo mientras tiraba de su camiseta de tirantes. Se la bajó por encima de sus enormes pechos. Solía amarlos, cuando no eran suyos.

"Bueno, si te pusieras un sujetador, se sentirían mucho mejor". Su vecina, Tanya, respondió mientras flexionaba sus nuevos músculos.

"No", negó con la cabeza. "No voy a llevar ropa de chica".

"Pues será mejor que te acostumbres. Ahora eres una ". Tanya se rió mientras se levantaba de la cama y se ponía la camiseta de fútbol. "No espero que tu pequeño y bonito cerebro entienda esto, pero déjame explicártelo. Dejé la escuela cuando tenía 18 años, era joven, tonta y estaba segura de que mi belleza me daría el mundo. Aquí estoy, una década después, sin educación y sobreviviendo a duras penas con mi trabajo de camarera, ahora me están desahuciando así que tuve que aprovechar mi oportunidad.

La única razón por la que me acosté contigo fue para quitarte la vida. Vuelvo a ser joven, con una beca de fútbol y el mundo por delante. Así que buena suerte 'Tanya', me voy al entrenamiento de fútbol".