Primera etapa: Confusión
Aún no entiendes lo que sucedió. Tu cerebro masculino lucha
por comprender y todo el espectro de nuevos sentimientos.
Te colocas en una posición que siempre estuvo lejos y lejos de ti.
Etapa dos: miedo
Después de procesar la confusión inercial, comienzas a
comprender la situación en la que te encuentras ahora.
Te asusta tener poder y control. Te encuentras incapaz de
controlar tu destino. Solías tener poder sobre los demás y te
elevaste de esta manera. Ahora tú eres el que está siendo controlado.
Etapa tres: ira
En un intento de sacudir tu miedo, te enojas.
Está decidido a no dejar que nadie lo use
y quiere tomar el control de su destino de nuevo.
Reúnes todas tus fuerzas para intentar y luchar.
Etapa cuatro: desesperación
Ver que todos nuestros esfuerzos son infructuosos
te deja desesperado. Todo lo que intentas es simplemente
negado por el hecho de que ahora estás en una posición
inferior. No importa qué tan fuerte sea tu voluntad,
este cuerpo no tiene forma de defenderse. Con cada
segundo sus esperanzas son aplastadas aún más.
Etapa cinco: aceptación
Al darse cuenta de que no hay salida y que no hay
posibilidad de que te defiendas, todo lo que te queda es
aceptar tu destino. Fuiste puesto en esta posición por fuerzas
mucho mayores que tú y nunca serás capaz de liberarte nuevamente.
Seguir resistiendo eventualmente sería tu desaparición.
Para evitar cualquier trauma adicional, su cerebro comienza a aceptar los
cambios como la verdad. En breve, ya ni siquiera pensarás en tu yo
anterior como tu verdadero yo.
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