Resignado

 

-Maldición amor ! este ha sido el mejor sexo en meses realmente de luciste!

Había dicho Antonio mientras Luis seguía convulsionándose con la ola de orgasmos, aún con la mente confundida y sin poder procesar lo que había hecho. De un momento a otro se había encontrado seducido por su propio padre, había sido el estrés por intercambiar cuerpos con su madre lo que lo había orillado a esto? o la reacción automática del cuerpo de su madre a las caricias y besos de su padre ; ahora su esposo de siempre? , seguramente había sido una mezcla de ambas. Lo innegable era que había disfrutado cada minuto del sexo. 

Mientras tanto su padre empezaba prepararse para expulsar su semen caliente sobre su cuerpo. Antonio estaba complacido de  observar a su esposa retorciéndose y disfrutando por lo ocurrido,  desde hace tiempo la intimidad no era buena pero hoy había sido diferente, después de varios días de estar totalmente evasiva por fin la había seducido,  ella aún renuente al inicio terminó por seguir con el acto, iniciando tímidamente con algunos besos para terminar entregándose a él con una pasión no vista desde su noviazgo, portándose  tan atrevida como primeriza;  el por su parte estaba encantado y con ganas de repetir lo hecho esta noche.     

El chico sabía muy bien que  una sola gota de semen podía hacer el cambio irreversible y ocasionar que quede atrapado en el cuerpo de su madre permanentemente  sin embargo ahí se encontraba acostado con las piernas abiertas e indefenso disfrutando de su nuevo sexo sin poder entender  porque  ver la verga de su padre le excitaba aún más.

En un corto instante de tiempo su mente varonil se sobrepuso, reunió  toda su voluntad y  trató de detener  el contacto de su padre solo solo para verse finalmente derrotado por otro de sus orgasmos femeninos.  Después de todo su nuevo cuerpo no era tan malo como pensaba, la vida de mamá no era tan mala ni difícil de hecho podría suplirla ... tal vez podría acostumbrarse a asumir el papel de mamá y poder disfrutar de su nueva vida... Ahora solo debía encontrar una buena explicación  a su madre para decirle que el cambio sería permanente.